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jueves, 28 de noviembre de 2013

Mi pequeña enfermera.

Esta semana no empezó bien para mí. El lunes me enfermé de una infección estomacal y aunque aún no estoy al 100% creó que lo peor ya pasó y que sobreviviré. Sin embargo creo que valió la pena la enfermedad, ya que descubrí que en casa hay una pequeña enfermera.

El día que más mal estuve fue el lunes, de hecho me acosté pronto y todo lleno de cobijas, esto le generó mucha extrañeza a la niña, ya que casi nunca me acuesto sin primero dejarla en su cama a ella, y menos aún por estar enfermo. Cuando aún no me dormía, alcance a escuchar como le preguntaba a su mamá, que porque estaba acostado, le dijo que porque estaba "malito", y le respondió (en su lenguaje claro), "no quiero que esté malito, ha sido bueno", al escucharla me dio risa, aunque no se si por lo chistoso que se escuchó como lo decía, o de alegría de saber que mi niña estaba apurada por mí.

Más al rato, en una despertada que me dí, estaba ahora batallando su mamá para dormirla, tarea que normalmente me toca a mí, pero cuando vió que estaba despierto, rápido fue a su cuarto y me trajo su elefantito de peluche, me lo dió y me dijo que me iba a cuidar, le dí las gracias y se fue muy contenta a seguir la batalla con su mamá por la dormida. 

Hasta ese momento solo me sentía mal, pero ya en la madrugada supe por que, como desde las 4 hasta que amaneció fue pararme al baño  casi cada media hora y traía dolor de estómago. En la mañana, decidí que llegaría tarde al trabajo para ir al doctor primero, así que esperé a que dieran las 9 que es cuando abren más o menos, y aproveche para dormir un poco más. Este hecho también sorprendió mucho a la niña ya que normalmente cuando ella despierta para ir al kinder yo ya me fui a trabajar, por lo que cuando su mamá la despertó, se quedó extrañada de verme en la cama aún. Sentí un par de veces que fue y me abrazó, aunque me cuenta mi esposa que no se quería ir, que se quería quedar acostada conmigo, así que no muy de buenas se fue a la escuela.   

Ya fui al doctor, me revisaron y me recetaron, lo básico, antibiótico, algo para la diarrea y calmantes para el dolor, aun estoy en eso pero creo que ya la libré. Ya para el martes en la noche que ya sabía que tenía, le expliqué a Xóchitl que es lo que me dolía, básicamente la panza, así que la niña estuvo pensando en eso, y aplicando su lógica, fue y buscó un curita (o bandita de las que se ponen en las cortadas), como eso le ponen a ella cuando se lastima y le duele algo, tomó uno lo abrió y me lo puso en la barriga, para que ya no me doliera, otra vez me dio gusto ver como me cuidaba y dándole las gracias le di un beso y me dejé el curita en la panza hasta que se durmió para que se quedara contenta con sus cuidados.

Así que no tengo de que preocuparme, en casa tengo una pequeña enfermera muy capaz para cuando me enferme, gracias hijita.

4 comentarios:

  1. :'( changos con enfermeras asi como no hecharle uno ganas a la vida, a cuidar mucho al demonio :D

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    1. Vaya que sí, son estas cosas las que hacen que todo valga la pena.

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  2. Me reí sobremanera con este posteo, de esas risas con ternura por supuesto. Mis mejores deseos de que la salud mejore. Saludos.

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    1. Muchas gracias Guillermo. Los hijos son una bendición, que hay que saber torear eso sí, pero que te dan momentos llenos de alegría como este , que hasta hace que me haya dado gusto el haberme enfermado (bueno casi gusto). Que bueno que te dió un buen momento mi aventura jjajaja.

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