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lunes, 30 de septiembre de 2013

Cuatro años.

El tiempo es una aplanadora imparable, y este mes mi hijita cumplió ya sus 4 años. Ya no es una bebé (chale), por lo mismo pensamos con su mamá que este año hacerle una fiesta en forma que al cabo ya la puede disfrutar en forma, y vaya si lo hizo. Así que tuvimos que conseguir el lugar, pastel, comida, botana, bebidas, en fin todo lo necesario. 
La mesa de dulces.

Le compramos un vestido de blanca nieves que fue el que escogió cuando le preguntamos de que quería ir a su fiesta, también con ese tema hicimos el pastel y algunos motivos de adornos que pusimos (Aunque después en alguna ocasión le quiso cambiar a Rapunsel, e incluso llegó a mencionar al hombre araña). El día de la fiesta llegó y muy temprano nos levantamos para empezar a arreglar el lugar e ir por todo lo que hiciera falta. Como en el lugar había juegos y brincolines, la llevamos también temprano para que los tuviera para ella sola, y les dio duro buen rato.
Su pastel de blanca nieves

Ya como a eso de las 2 de la tarde, la cambiaron ya para ponerle su vestido de fiesta y comenzó a llegar la gente, al principio iba y recibía los regalos que le traían, pero conforme llegaron los niños y se puso a jugar con ellos, ya al final cuando llegaban invitados nuevos y que le daban su regalo, ya solo les decía, " ponlo en la mesa" y seguía jugando. Por cierto fue un batallar con ella porque el vestido le estorbaba para jugar y a cada rato quería que se lo quitaran, por lo que mejor adelantamos un poco la partida del pastel para que se lo quitaran y pudiera jugar en paz.
Lista para partir el pastel (y que le quitaran el  vestido)

El menú fue botana de papas al ajillo con churros  de harina, buffet de hamburguesas y hot dogs y de tomar jugo de naranja y refrescos. Asistió una buena cantidad de gente (le fue buen a Xochilita con los regalos), al poco rato de terminar la comida decidimos que partiera el pastel por lo antes comentado, le dió su buena mordida, le cantaron las mañanitas y se puso a abrir los regalos, pasamos a romper la piñata (que ya que son de cartón nomás no se rompen) y ya por fin pudo quitarse el vestido para jugar a gusto. Ya poco a poco se empezó a retirar la gente y ya al final solo quedaron unos amigos y mi hermano, nos quedamos hasta que cerramos el changarro para entregarlo.
A romper la piñata 

El inocente de mí creyó que como la niña había jugado TODO el santo día, en la noche iba a dormirse pronto, pero pos resultó que no, todavía llegó queriendo ver caricaturas y no se durmió sino como hasta las 11 de la noche. En fin el solo hecho de verla tan contenta y como jugaba sin parar hizo que todo valiera la pena. Mi niña crece y crece, y espero siga haciéndolo muy bien.
Feliz jugando con otros niños

3 comentarios:

  1. Jajaj yo tambien pensé que se iba a dormir tempra pero cual, es un demonio :P ves ves. Y vaya que se divirtió al igual que los que juimos

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  2. ¡Felicitaciones! Ah, y por cierto, sí se cansan y mucho, pero es imposible que se queden dormidos con el subidón de adrenalina. Saludos.

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  3. @Bonus : Estuvo de pocas tuercas el asunto

    @Guillermo: Si ya comprobé eso jeje, gracias por las felicitaciones

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